lunes, 30 de mayo de 2011

Hoy yo estoy sin yo

Que difícil se pinta la vida cuando tu norte se muda y no avisa ni deja hullas para que lo halles 
Que difícil  es ver cuando tu corazón no deja de sangrar por el dolor aplastante 
Todo llega junto, todo arde todo duele, y te aferras a un ser que dice que nunca te dejara...q difícil se hace cumplir esas palabras cuando no puedes amar pq tu corazón lo ocupa alguien mas
Perdida por ver tus metas alcanzadas deslizarse como agua entre dedos 
Solo quedaba mi Dios y mi yo con un Yo II, que me anclaba en la ilusión dándome fuerza para no desmayar ...y alguien me dijo sin saber que yo tenia un yo , que yo no era mio , que yo era un préstamo pintado en el espejismo del desierto de mi vida....y me di cuenta que hoy yo me quede sin yo ..hoy yo estoy si yo.
Tqm yo, es un secreto eterno, pero con un motivo que en futuro sera modificado pq hoy yo estoy sin yo 
solo yo necesito ver las agujas del reloj moverse, la arena caer grano a grano..necesito tiempo trascurrido para codificar el yo con el yo...arrancar plantas sembradas y sembrar nuevas semilla.....para dejar ser yo con yo, sino ser yo y tu...mientras me mudo embalando mis lagrimas ..empaquetando mi tristeza por tanta derrota y buscando un nuevo norte me despido hoy yo pq hoy yo estoy sin yo

lunes, 23 de mayo de 2011

Incertidumbre 
Puentes sin cruzar, caminos  desconocidos para llegar ... incertidumbre como brújula sin mapas, inexperiencia  protagoniza el miedo sin sol sin luna, solo ganas de llegar para cruzar el punte que no sabes a donde te va ha llevar ..
ansiedad o incertidumbre eso es norte?
es salida?
Respuestas sin ayear... solo ganas de luchar que combate con la incertidumbre a espada cuerpo a cuerpo sin importar el premio, sin conocerlo, solo para sobrevivir a lo incomprendido y así poder presentarte para saber su nombre, su señas, sus ganas y bellezas, pero que esta escondido por la incertidumbre que se convierte en nefilim frente a un alma de poco tamaño pero de fuertes garras 

Sheroky

Corolario


Estanque lleno que derrama el aliento y el sentimiento que no puede retener por la preciòn que causa y que llaman corazón.
Lagrimas que corren con sabores diferente nublando la razón.
Sabia soledad, que si la domas es un escondrijo en vez de verdugo.
Calamidad que no es tan grande si te paras en el angulo de la enseñanza en lugar del dolor .
Tristeza que existe para que valores la alegría.
El velo de la angustia que algunos usan cubriendo su rostro y otros como tocado de novia para embellecer la maldad.
El tamaño  de la  lagrima sale según el efecto que causa el daño que permites.
El dulce o amargo que oferta la vida , donde el equilibrio es el esperto pero nunca llega a tiempo.
Pinceladas de colores donde no se critica el tono ni el autor, solo se ve la autonomia de sus decisiones matizando realidades.
Verdad que previene, pero que nunca nos detenemos a leer sino cuando ya no es el tiempo ..en ti en mi solo la decision de hacer y desacer asumiendo corolario

Nos cuenta Plutarco en una de sus historias, que en aquellos tiempos de la antigüedad había un romano que decidió separarse de su mujer abandonándola.
Sus amigos le recriminaron por ello, pues no veían claros los motivos de aquel divorcio:

- ¿No es hermosa? -preguntaban.

- Sí. Lo es. Y mucho.

- ¿No es, acaso, casta y honrada?

- Sí. También lo es.

Extrañados, insistían en conocer el motivo que había llevado a su amigo a tomar una decisión tan extrema. El romano, entonces, se quitó un zapato y mostrándolo a sus amigos, preguntó:

- ¿Es bonito?

- Sí. Lo es -dijeron ellos.

- ¿Está bien construído?

- Sí. Eso parece -todos aprobaron.

Y entonces él, volviéndoselo a calzar, les aseguró:


EL ZAPATO DE OTRO...



- Pero ninguno de ustedes puede decir dónde me aprieta.

De ahí viene la típica frase que hemos oído alguna vez: "¿Dónde me aprieta el zapato?" Nadie puede saberlo sino el mismo que lo usa.

Nadie más que uno mismo puede estar en sus propios zapatos.

Los cheyennes, indios americanos, tienen una frase que encaja con lo expresado. Dice: "Para conocer a una persona, hemos de andar muchos kilómetros con sus propios mocasines".

Algo similar al proverbio español: "No conocerás a nadie hasta haber consumido con él un saco de sal".

De ahí el respeto que nos han de inspirar las decisiones ajenas. Siempre corresponden a situaciones que desconocemos. Y es que no estamos en los zapatos de la otra persona.

¡Sepamos dónde nos aprieta el zapato! Pero evitemos juzgar dónde les aprieta a los demás....

Confías en Jah?



Un insurrecto había sido condenado a morir en la horca. El hombre tenía a su madre viviendo en una lejana localidad y no quería dejar de despedirse de ella por este motivo. Hizo al rey la petición de que le permitiese partir unos días para visitar a su madre. El monarca sólo puso una condición, que un rehén ocupase su lugar mientras permanecía ausente y que, en el supuesto de que no regresase, fuera ejecutado por él. El insurrecto recurrió a su mejor amigo y le pidió que ocupase su puesto. El rey dio un plazo de siete días para que el rehén fuera ejecutado si en ese tiempo no regresaba el condenado.

Pasaron los días. El sexto día se levantó el patíbulo y se anunció la ejecución del rehén para la mañana del día siguiente. El rey preguntó por su estado de ánimo a los carceleros, y éstos respondieron:

— ¡Oh, majestad! Está verdaderamente tranquilo. Ni por un momento ha dudado de que su amigo volverá.

El rey sonrió con escepticismo.

Llegó la noche del sexto día. La tranquilidad y la confianza del rehén resultaban asombrosas. De madrugada, el monarca indagó sobre el rehén y el jefe de la prisión dijo:

— Ha cenado opíparamente, ha cantado y está extraordinariamente sereno.

No duda de que su amigo volverá.

— ¡Pobre infeliz! -exclamó el monarca.
 Llegó la hora prevista para la ejecución. Había comenzado a amanecer.

El rehén fue conducido hasta el patíbulo. Estaba relajado y sonriente.

El monarca se extrañó al comprobar la firmeza anímica del rehén. El verdugo le colocó la cuerda al cuello, pero él seguía sonriente y sereno. Justo cuando el rey iba a dar la orden para la ejecución, se escucharon los cascos de un caballo. El insurrecto había regresado justo a tiempo. El rey, emocionado, concedió la libertad a ambos hombres......
Nos enfrentamos a situaciones muy dificiles a diario, pero¿es nuestra actitud similar a la del rehén amigo?¿confias en Jah hasta el grado de no desesperarte ?El Rey de este sistema espera q tu pierds la confianza en tu amigo Jah...TRANQUILO!!!!!Cada vez q creeas q no puedes más lee esta hitoria ...Jah es el DIOS LEAL


 Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. 6 En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas (Proverbios 3:5-6)

El Helecho y el Bambú



Un día decidí darme por vencido…
renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi vida.
Fui al bosque para tener una última charla con Dios.
"Dios", le dije. "¿Podrías darme una buena razón
para no darme por vencido?"

Su respuesta me sorprendió…"
-Mira a tu alrededor", Él dijo.

"Ves el helecho y el bambú?"
"Sí", respondí.
"Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú,
las cuidé muy bien. Les di luz. Les di agua.

El helecho rápidamente creció.
Su verde brillante cubría el suelo.
Pero nada salió de la semilla de bambú.
Sin embargo no renuncié al bambú.
En el segundo año el helecho creció
más brillante y abundante
y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú.
-Pero no renuncié al bambú." Dijo Él.
"En el tercer año, aun nada brotó de la semilla de bambú.
Pero no renuncié" me dijo.

"En el cuarto año, nuevamente,
nada salió de la semilla de bambú.
"No renuncié" dijo.

"Luego en el quinto año
un pequeño brote salió de la tierra.
En comparación con el helecho
era aparentemente muy pequeño
e insignificante.

Pero sólo 6 meses después

el bambú creció a más de 100 pies de altura (20mts).
Se la había pasado cinco años echando raíces.
Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron
lo que necesitaba para sobrevivir.

"No le daría a ninguna de mis creaciones
un reto que no pudiera sobrellevar".

Él me dijo.
"¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando,
realmente has estado echando raíces?"
"No renunciaría al bambú. Nunca renunciaría a ti.
"No te compares con otros" me dijo.

"El bambú tenía un propósito diferente al del helecho,
sin embargo, ambos eran necesarios
y hacían del bosque un lugar hermoso".

"Tu tiempo vendrá" Dios me dijo. "¡Crecerás muy alto!"

"¿Qué tan alto debo crecer?" pregunté.
"¿Qué tan alto crecerá el bambú?" me preguntó en respuesta .
"¿Tan alto como pueda?" Indagué.

Nunca te arrepientas de un día en tu vida.
Los buenos días te dan felicidad.
Los malos días te dan experiencia



La felicidad te mantiene Dulce,
Los intentos te mantienen Fuerte,
Las penas te mantienen Humano,
Las caídas te mantienen Humilde,
El éxito te mantiene Brillante
Pero sólo Dios te mantiene Caminando...
EL TAPIZ...
Un hombre recibió una carta de su mejor amigo anunciándole que le haría llegar un hermoso tapiz, tejido con sus propias manos para ofrecerle el esfuerzo de su amistad; le decía que estaba bordado en oro, que representaba preciosas escenas de cacería, y tenía unos colores preciosos... que simbolizaban la luminosidad de la amistad que les unía a pesar de la distancia.

Al recibir el paquete, días más tarde, lo abrió de prisa y lleno de nervios por la carga emocional que para él significaba aquel detalle.

Pero inmediatamente, la decepción inundó cada uno de sus poros... Era un montón de hilos mal tejidos y nudos mal distribuidos por todas partes. Las preciosas escenas de cacería había más que verlas, imaginarlas; las hilaturas de oro sólo se adivinaban, y los colores eran un insulto al arte. Aún así, era un regalo de su mejor amigo, e intentaba valorar el esfuerzo latente en aquel símil de ¿alfombra extravagante? Le resultaba muy difícil verlo con buenos ojos.

De repente, sin darse cuenta, dio la vuelta al tapiz, posiblemente para evitar el sufrimiento a sus pensamientos. Y entonces quedo admirado por el derroche de belleza... Lo había estado mirando al revés. Ahora aparecieron los riquísimos matices de colores, las bellísimas escenas de cacería, los esplendidos encajes bordados en oro, y al mismo tiempo, el brillo de la amistad. Su amigo se había quedado corto con sus elogios... Y él con su confianza.

A veces hay que saber mirar para poder ver. No siempre debemos fiarnos de nuestros ojos porque puede haber ante nosotros un cristal, que aunque transparente, desfigure la verdadera realidad